«Rescue the Ooleans!» trae acción a contrarreloj en Atari 8-bits
En el marco del encuentro ABBUC Fujiama celebrado en Lengenfeld, Alemania, entre el 11 y el 17 de agosto, surgió una de esas iniciativas que demuestran la creatividad de la escena retro cuando se combina talento con presión de tiempo. Thomas “8Bitjunkie” Schulz decidió unirse a un reto de 48 horas de programación y el resultado fue «Rescue the Ooleans!», un título de acción y estrategia concebido para computadoras Atari de 8 bits.
La premisa del juego parte de una historia ya definida: el Sol del sistema Ool está a punto de explotar y el jugador tiene la misión de rescatar a todos los habitantes —los Ooleans— repartidos en seis planetas distintos. La urgencia se refleja en la mecánica, pues hay un máximo de diez minutos para completar cada mundo antes de que la estrella consuma todo a su paso.
Un detalle atmosférico añade tensión a la experiencia: los colores se vuelven progresivamente más brillantes conforme el Sol se expande, marcando de manera visual el paso del tiempo y el inminente final. El juego es plenamente compatible con equipos PAL y NTSC, garantizando que ningún usuario quede fuera de la misión.
Para quienes siguen la trayectoria de Schulz, su nombre está inevitablemente asociado a la saga de «Dimo’s Quest». Nacido en Amiga en 1993, e inspirado en el clásico «Chip’s Challenge», el juego fue adaptado años después como un demake para los Atari 8-bits. Allí, el simpático sapo Dimo debía recoger caramelos, resolver puzles y enfrentarse a un sinfín de trampas con el fin de conseguir la mano de la princesa Dori.
El proyecto para Atari contó con el apoyo del artista Tobias Prinz y la música de Hilton Theissen, y destacó por su colorido y la mezcla de ingenio con humor. La saga tuvo una segunda entrega, «Dimo’s Quest – The Dungeon», desarrollada junto a Mario “130XE” Henning y que logró el primer lugar en el concurso ABBUC 2016. En tanto, «Dimo’s Underworld», tercera entrega de la saga del carismático batracio, ocupó el segundo puesto en el...
La premisa del juego parte de una historia ya definida: el Sol del sistema Ool está a punto de explotar y el jugador tiene la misión de rescatar a todos los habitantes —los Ooleans— repartidos en seis planetas distintos. La urgencia se refleja en la mecánica, pues hay un máximo de diez minutos para completar cada mundo antes de que la estrella consuma todo a su paso.
Un detalle atmosférico añade tensión a la experiencia: los colores se vuelven progresivamente más brillantes conforme el Sol se expande, marcando de manera visual el paso del tiempo y el inminente final. El juego es plenamente compatible con equipos PAL y NTSC, garantizando que ningún usuario quede fuera de la misión.
Para quienes siguen la trayectoria de Schulz, su nombre está inevitablemente asociado a la saga de «Dimo’s Quest». Nacido en Amiga en 1993, e inspirado en el clásico «Chip’s Challenge», el juego fue adaptado años después como un demake para los Atari 8-bits. Allí, el simpático sapo Dimo debía recoger caramelos, resolver puzles y enfrentarse a un sinfín de trampas con el fin de conseguir la mano de la princesa Dori.
El proyecto para Atari contó con el apoyo del artista Tobias Prinz y la música de Hilton Theissen, y destacó por su colorido y la mezcla de ingenio con humor. La saga tuvo una segunda entrega, «Dimo’s Quest – The Dungeon», desarrollada junto a Mario “130XE” Henning y que logró el primer lugar en el concurso ABBUC 2016. En tanto, «Dimo’s Underworld», tercera entrega de la saga del carismático batracio, ocupó el segundo puesto en el...